IMPORTANCIA DE LA UNIÓN EUROPEA EN EL DESARROLLO EUROPEO ACTUAL
La Unión Europea (UE) es un grupo de países europeos democráticos, que se han comprometido a trabajar juntos en aras de la paz y la prosperidad. No se trata de un Estado destinado a sustituir a los actuales Estados, pero es más que cualquier otra organización internacional. Sus Estados miembros han creado instituciones comunes en las que delegan parte de su soberanía, con el fin de que se puedan tomar democráticamente decisiones sobre asuntos específicos de interés común, a escala europea. Esta unión de soberanías también se denomina "integración europea".
Las raíces históricas de la UE se remontan a la Segunda Guerra Mundial. La idea de la integración europea se concibió para evitar que volvieran a producirse matanzas y destrucciones. Su creación fue propuesta por primera vez por el Ministro de Asuntos Exteriores francés, Robert Schuman, en un discurso el 9 de mayo de 1950. Esta fecha, el "aniversario" de la UE, se celebra anualmente como el día de Europa. En sus primeros años, la formaban seis países (Alemania, Bélgica, Francia, Holanda, Italia y Luxemburgo) y la cooperación entre ellos se ceñía fundamentalmente a temas comerciales y económicos enmarcados en el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), firmado el 18 de abril de 1951 en París.
Hoy en día, la UE comprende 27 países, 490 millones de personas y se ocupa de una amplia gama de cuestiones y políticas a nivel comunitario. Es la mayor potencia comercial del mundo y genera la cuarta parte de la riqueza mundial. Es el mayor donante de ayuda al desarrollo a los países pobres. Su moneda, el euro, es la segunda moneda más importante, después del dólar, en los mercados internacionales.
La Unión Europea se basa en el Estado de Derecho. Esto significa que todas sus actividades se derivan de los tratados, acordados voluntaria y democráticamente por todos los Estados miembros. Los tratados se han modificado y puesto al día para adaptarse a la evolución de la sociedad. En el más reciente proceso de reforma de los tratados, el Consejo Europeo de Lisboa aprobó un acuerdo definitivo el 18 y 19 de octubre de 2007, que luego firmaran los Estados miembros el 13 de diciembre de 2007.
Tras años de negociación sobre cuestiones institucionales, el tratado entró en vigor el 1 de diciembre de 2009, según lo dispuesto en su artículo 6. Este nuevo texto modifica los actuales Tratados de la UE y la CE, sin sustituirlos, brindando a la Unión un marco e instrumentos jurídicos necesarios para enfrentarse a los desafíos del mundo actual y responder a las expectativas de los ciudadanos.
De esta manera el tratado se orienta hacia una UE más democrática, transparente y eficiente, brindando mayor protagonismo al Parlamento Europeo y a los Parlamentos nacionales, facilitando la “iniciativa ciudadana” con las prerrogativas que le otorga la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (2000), cuyas disposiciones pasan a ser jurídicamente vinculantes.